Vivimos en un mundo globalizado donde el dominio de los idiomas se ha convertido en algo esencial. Así pues, el manejo de idiomas se ha transformado en una herramienta fundamen-tal para el progreso tanto académico como profesional y en un elemento altamente diferenciador.

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El aprendizaje de lenguas es, asimismo, clave para la construcción de la propia identidad personal. Además, este aprendizaje no solo implica un mayor conocimiento de la lengua extranjera sino que permite un mayor entendimiento de nuestro idioma nativo.

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Aprender un idioma nos abre las puertas hacia un mundo lleno de oportunidades laborales, académicas y culturales. Esto resulta básico para que el futuro no nos tome despre-venidos y podamos responder en buena manera a las oportunidades que se nos presenten.